Las heridas de visitar un país post guerra
Hay muchas opciones de viajar, y muchas formas por lo demás. Ninguna es correcta y ninguna es incorrecta, solo se adecuan a la personalidad de la persona que ejecuta los viajes y a veces por casualidad o elección visitamos lugares que nos hacen enfrentarnos con la realidad desde pequeñas y desde ahi abrirnos a experiencias y realidades distintas a las que vivimos.
Cuando llegué de mi viaje de Croacia a Chile recuerdo que nadie entendía, que incluso como que se burlaban de mi mis familiares y amigos porque yo en conversaciones recordaba momentos y situaciónes que habían pasado en Croacia, yo me molestaba porqué se burlaban, pero ahora entiendo y digo, claro… ¿como les puedo pedir que entiendan cosas o situaciónes a personas que no habían pasado por mi realidad?, ¿por esos momentos que vivi?… es como pedirle peras al olmo… ojalá en ese momento los hubiera podido ver como lo veo ahora.
A los 17 años fue la primera vez que viajaba a Europa (hace 21 años atrás), viaje con mi grupo de bailes Croatas (si, baile folcklore Croata muchos años) a representar a chile en un mundial donde se reunian hijos/familiares de emigrantes croatas en otro países y preservaban sus costumbres y cultura. Mi grupo fue creo que por una semana o dos, y yo me quedé un mes con otro compañero de baile más y es ahi donde comenzé a descubrir el mundo y sus matices.
Recuerdo ir en un tour pasando por la carretera que une Zagreb con Split, un terreno lleno de bosques y vistas expectaculares de Croacia, yo iba deleitandome por la ventana… ahora me doy cuenta que desde chica me gusta ir en silencio apreciando el paisaje en los buses… quizás por eso me dan tanto miedo los aviones, porque no logro encontrar la paz de la naturaleza entre el cielo despejado (aunque se que es hermoso también). Estaba en eso cuando recuerdo que comencé a darme cuenta que habían muchas casas con marcas de balas e incluso destruidas con bombas… recuerdo su ladrillos destruidos, eran casas abandonadas en el camino, no eran pueblos, eran casas en medio de la carretera y el guía nos señalo dos fosas comunes que aun estaban abiertas al lado de alguna de esas casas destruidas, aun recuerdo el escalofrios que me dio porque pude sentir la energía densa, pesada, de dolor e incluso ahora cuando escribo y recuerdo ese momento se me pone la piel de gallina (siempre fui media brujita para mis cosas y siento muchisimo el dolor ajeno, es como si yo lo sintiera o lo viviera)
Para mi (creo ahora con el tiempo) que marco un antes y un despúes en mi vida, porque era la primera vez que podia estar tan cerca de la guerra y sus consecuencias, uno la escucha hablar a lo lejos, como un cuento que te narran y aunque sabes que no es ficticio no lo sientes cerca, lo vez algo lejano casi sin consecuencia para ti. Croacia había salido de la guerra en el año 1991 y yo fui el 2002 la primera vez, habían pasado solo 11 años de la guerra y las heridas aun estaban abiertas… muy abiertas creo yo, incluso hoy en día siguen abiertas… los croatas que arrancaron de la guerra y se fueron a otros países; en su mayoría (no todos) los ven como gente que no se quedó defendiendo su patria; si no, gente que huyo, han ido juntando pedacito a pedacito las piezas de su corazón destruido y tratando de levantar la nación lo más que pueden a travez del turismo y otras fuentes económicas.
La guerra de la ex-Yugoslavia fue larga y cruel, fueron 6 países los involucrados (Slovenia, Croacia, Bosnia y Herzergovina, Macedonia, Serbia y Montenegro) donde todos peleaban con todos, el ex presidente Tito quería formar la gran Yugoslavia uniendo estos 7 países, sin embargo las diferencias politicas, religiosas y gubernamentales no les permitían hacer esta alianza. algunos países como Croacia y Slovenia lograron su independencia en 1991 (croacia incluso fue atacada hasta 1995 aunque la ONU se estuviera haciendo cargo de algunas partes para parar los bombardeos). Otros paises como Bosnia y Monte negro estuvieron bajo combardeos hasta 2001. Fue la guerra más sangrienta desde el fin de la segunda guerra mundial y se estima que murieron entre 150.000 y 250.000 personas.
Hoy en día todos los países involucrados son independientes y han logrado poco a poco salir a la luz con mucho trabajo y esfuerzo, aunque las economías siguen un poco debíl hoy se ven mejorando y tirando para arriba.
Estoy de acuerdo en no romantizar los viajes e ir un poco mas allá, quizás tuve la oportunidad (y me siento privilegiada) de poder haber viajado desde chica y formar la mentalidad que puedo tener hoy en días, al final ya no me pongo la camiseta de ningún lugar (aunque ame a mi país), porque entiendo que todos somos iguales, que no hay ningún país sobre el otro y que la igualdad soluciona mil conflictos… la empanada siempre va a ser mas rica en nuestros países de origen, el asado siempre va a ser típico de mi y tu país, la forma es abrirse y entender que cada país tiene su realidad, su forma, su historia… el “perdedor” siempre tendrá la version opuesta del “ganador” y cada país contara su versión de la historia a sus habitantes, lo importante es ser el observador consciente y estar siempre un paso atrás observando todo desde una perspectiva pasiva e incorporando los conocimientos y aprendizajes que eso te regala en tu día a día.
En mi caso me tocó de chica entender una realidad triste y lejana como la guerra, recuerdo como si fuera hoy algunas conversaciónes que tuve con gente local, donde narraban como habían perdido a sus familiares y amigos, muchos de ellos habían quedado con la mitad de sus familiares, como también recuerdo a otra que le habían matado a la madre y al padre frente a ella… contaban las historias como una película de terror y yo en mi mente me podía imaginar escena tras escena.
Fue un pueblo dolido y golpeado por la guerra y no sé si para bien o para mal pude vivir y presenciar la crudeza y tristeza que los embargaba.
No sé si yo sería capaz de levantarme después de ver tanta muerte y sufrimiento, ese dolor creo que quedaría pegado en mi corazón hasta el último día de mi vida, porque una cosa es haberlo visto como yo lo vi después de años de haber terminado la guerra y otra muy distinta es vivirlo durante el tiempo que duró.
El año 2019 volví a Croacia después de casi 18 años y aunque ya estaba repuesta y la gente se veía feliz y distinta a ese entonces, aun se puede palpar la herida profunda que la guerra dejo en ellos, porque insisto… muchos de eso croatas que ustedes pueden ver ahora cuando van de vacaciónes es gente que vivio momentos totalmente aterradores en su vida y si logran tener el espacio y confianza para preguntarles con mucho respeto como vivieron ese momento les aseguro que tendrán una historia que escuchar de esas que te hace pensar y agradecer todo lo que tienes, todo lo que viviste, donde naciste y todo lo que tienes independientemente de su valor.
El verdadero valor del viaje está en su gente, en sus calles, en sis historias, en aquello que no se habla pero se siente.
El croacia de Hoy. Dubrovnik 2019